Nadie puede adelgazar por ti
Pero nadie eh.
Eso lo tenemos claro y por obvio que parezca, no lo trasladamos a otros espacios.
Creemos que otros pueden hacer por nosotros lo que no sabemos o no queremos probar.
No siempre queremos esforzarnos porque al final las cosas no nos importan tanto como creemos.
Lo sé porque un día trabajando son Sofía, la rubia del pelo rizado del departamento de Ads me dijo que el coste por clik cada vez está más disparado y no me va a llegar el presu de campaña a objetivos.
Además era agosto.
¿Sabes eso de trabajar en agosto en Madrid?
Ese calor de cemento, ese caminar por las callejuelas y que te vayan dando todos los chorros de aire caliente de los aires acondicionados en la jeta?
Pues yo en agosto pienso mal. A veces también en toros meses por motivos distintos.
Pero en agosto mi cabeza se va al fresquito de la casa de mi abuela en Zamora.
El puto paraíso.
Hay gente que se quiere ir a Ibiza.
Yo me quiero ir a Zamora cuando empieza mayo. Algunos lo entenderán y los que no hagan sus reservas y luego me cuentan. Pero venga, voy a centrarme que se me va… a lo que íbamos, que subía el CPC
– ¿En agosto?
– Sí, es que era una empresa hotelera.
– Hacer crecer mi lista de suscriptores tanto que me dé igual si cierran Instagram de un día para otro porque mi dinero no está ahí, lo tengo bajo llave en la caja fuerte del salón.
– Tener clientes que quieran cambiar las cosas de verdad.
De esos que saben que algo falla y quieren solucionarlo poniendo los medios necesarios. (Que los hay que no, que ven que se estrellan pero eso de apoquinar dinero en la inversión que lo va a cambiar todo no va con ellos porque creen que el hada del algoritmo aparecerá y empezarán a llegarle hordas de leads así porque sí).
Para todos los demás, los que salieron de su parque de bolas hace años y están construyendo formas rentables de negocio es todo esto.
– Hacer propuestas con una estrategia que deje ojipláticos a los directores de marketing y los becarios se den con el codito al ver lo que está pasando allí.
En esa mesa. En esa sala con proyector caro traslúcida y con olor a vainilla del Serengueti.
En esas slides que van a dar un giro a la comunicación Juan- sin- sal y con cero rentabilidad que apesta a «no sé si eso es demasiado arriesgado».
Y todo lo demás es preocuparte por cosas que no están en tu mano.
Inútil.
Tú no. Lo de preocuparte.
Pero claro, eso pasa por hacer lo que todos hacen:
Abrir perfiles a lo loco en mil redes, invertir nuestro presupuesto en campañas compitiendo con empresas que van a ganar la puja porque invierte 100 veces más que nosotros, o dejar nuestro negocio en manos de un algoritmo y del mood en el que se levante hoy Zuckerberg.
Si quiere cambiarlo estamos en sus manos, todo lo aprendido, a la mierda y todo el tiempo estudiando tu estrategia …dile adiós con al manita mientras se aleja en el horizonte…
Yo trabajo para que los datos que consigues sean tuyos. Para que tu negocio sea realmente tuyo y no le tengas que pagar las deudas a final de mes al casero que no para de subirte el alquiler. El señor Z.
Sólo así podrás tener control absoluto sobre tu negocio.
Si esto tiene sentido para ti: http://bit.ly/cuenta-otras-historias
PD: Las palabras son lo más sencillo y rentable de cambiar en tu negocio y ten por seguro que nadie compra algo que no entiende. Siempre puedes probar unas semanas lo que te estás perdiendo y luego volver a tu antigua web si no funciona…
Spoiler: No va a pasar. Estaba de coña. Prueba y lo vemos.