A MI AMIGA ANA LE PIDIERON MATRIMONIO TRAS UNA SEMANA DE SALIR CON ELLA

A mi amiga Ana le pidieron matrimonio tras una semana de salir con ella

 
Conocí a Ana en el colegio.

 

Fuimos juntas durante todo el instituto y todo el mundo pensaba que éramos hermanas. Yo no tenía hermanos así que para mí era más que halagador, no sé por qué.

 

El caso es que me llamó al semana pasada y me dijo:
 

 

-No te lo vas a creer. El chico de Tinder con el que salí el sábado me ha propuesto matrimonio.

 

Efectivamente no me lo creí. Pero si se conocían desde hace una semana.

 

Anda ya.

 

En fin.
 
Loco mundo.
 
Total, que ella le dijo que no.

 

Claro.

 

Pues la razón por la que le dijo que no es la misma por la que no compras en una de esas páginas de venta con un titular tan increíble, que eso, no te lo crees.

 

 
Las cosas llevan un proceso lógico – a veces, no siempre pero las cosas de esta naturaleza sí  lo llevan-.

 

 
Un esfuerzo.

 

Un camino.

 

 
Yo no me creo el titular que leo al comienzo de una landing y me promete la luna, ser rico el martes que viene y conseguir levantar un negocio sin formación ni interés.
 

 

Por eso es mejor dejar las balas potentes para el final, cuando la persona que te lee ya sabe más de ti.

 

 
Es mejor eso que que soltárselo en el primer titular en negrita y en tamaño 17 porque entonces se pone en guardia y su descrédito se dispara (aunque todo lo que le vayas a contar sea cierto).

 

 
Date cuenta que somos consumidores informados y hastiados de tanto humo por eso hacer algo que no hacen los demás es siempre buena idea.

 

 
Esto lo sé porque he trabajado como Social Media Manager en Microsoft España.
 

 

Vaya, que era la que llevaba las redes sociales y ese rollo por eso de que se me daba bien escribir y que era periodista.

 

 
Por eso sé que el problema y la razón por la que no se hace esto bien es porque no se confía en que la atención del lector llegue hasta el final, hasta el botón de compra. Por eso se lo soltamos al principio ya hala, así ya lo ha visto.

 

 
Es normal, pensar esto tiene sentido y en un 90% de ocasiones no llega, los temores no son infundados son fundados pero fundados, FUNDADOS.

 

 
Pero para eso está el copywritting.
 

 

Para salvar esas distancias.
 
Para tender puentes de lectura y que el lector siga recorriendo con sus ojos las palabras hasta el santo grial, botón de compra o carrito.
 

 

Entonces.

 

– Si crees que tus lectores no llegan hasta el botón de compra pero que tus producto valen la pena.
 

 

– Si crees que no eres capaz de transmitir con las palabras el valor de tu propuesta. De lo que vendes o de lo que haces.
 

 

– O si te cuesta que los textos de tu web lleven a tus potenciales clientes al botón de compra aquí te digo lo que me ha funcionado,  en este curso del enlace de abajo.

 

Al final se trata de convertir lectores en clientes. No hay más.
 

 

 
 

 

PD 1. Ana no se casó y tu cliente no te va a comprar con el titular que tienes ahora mismo en la web porque las cosas no funcionan así pero la buena noticia es que eso ya lo tienes solucionado. Esto no lo sabe todo el mundo, esa es tu ventaja.

 

PD 2. Este programa está hasta final de mes a un precio más bajo. Luego sólo subirá