Tinder ha prohibido los uniformes ¿y ahora qué hacemos?

Tinder ha prohibido los uniformes

Tinder ha prohibido los uniformes ¿y ahora qué hacemos?


Los de Tinder han dicho que se acabó eso de sacar el uniforme en las fotos de perfil para conseguir más matches.


Que es autoridad prestada y no conseguida.

Y claro, ya sabemos lo que pone un uniforme pero oye no lo hagamos a costa del cuerpo.

El de policía.

Tinder dice que nos sirvamos del nuestro propio.

Y no deja de parecerme curioso porque las personas siempre queremos demostrar nuestra importancia.

Queremos que algo indique que valemos.

Y a veces ni se nos ocurre contarlo, esperamos a que el resto lo descubra.

Yo creo que eso es un error.

Que no puedes dejar en el otro una responsabilidad tan grande.

A mí me gusta decir que las personas con las que trabajo están contentas porque sé lo que hago.

No porque haya trabajado para sitios llamativos si no porque he tenido la oportunidad de aprender de los grandes. Cuando estuve en Google vi que cuidaban hasta el más mínimo detalle en cuanto al bienestar del empleado. Además insistían mucho en que mi equipo estuviera bien. Incluso feliz. FELIZ joder.

Y es que no es ningún secreto que nuestra productividad aumenta si nos sentimos satisfechos con la labor que hacemos y sin embargo hay empresas que consideran que deben sacar el látigo para conseguir el mismo resultado, productividad.

Hay maneras y maneras de hacer las cosas pero ir contra toda lógica en estos casos no parece la mejor opción.

La autoridad no te la da el CV, te la da tener herramientas y salidas para trabajar con otros que necesitan lo que tú sabes. Y si podemos hacerlo estando bien todos pues oye, mejor que mejor.

A mí me gustan las personas convencidas de su propósito, las que creen en lo que hacen y te lo transmiten por el mero hecho de contártelo con esa ilusión que no todos los proyectos te provocan, claro. Pero cuando pasa, se ve.

Me gustan las personas que entienden que la buena comunicación da autoridad por el mero hecho de existir. Se ve en su web, en su Instagram y en la manera en la que envías tus emails.

Esto es fácil cuando sabes cómo hacerlo.

Si te cuesta, quizá sea buena idea saber por qué.

PD. Y si te cuesta mucho, tranquil@ que tiene arreglo: 
 http://bit.ly/cuenta-otras-historias