Homer es muuy gordo

Nadie puede adelgazar por ti

Nadie puede adelgazar por ti

Nadie puede adelgazar por ti

Pero nadie eh.


Eso lo tenemos claro y por obvio que parezca, no lo trasladamos a otros espacios.

Creemos que otros pueden hacer por nosotros lo que no sabemos o no queremos probar.

No siempre queremos esforzarnos porque al final las cosas no nos importan tanto como creemos.

Lo sé porque un día trabajando son Sofía, la rubia del pelo rizado del departamento de Ads me dijo que el coste por clik cada vez está más disparado y no me va a llegar el presu de campaña a objetivos.


Además era agosto.


¿Sabes eso de trabajar en agosto en Madrid?



Ese calor de cemento, ese caminar por las callejuelas y que te vayan dando todos los chorros de aire caliente de los aires acondicionados en la jeta?


Pues yo en agosto pienso mal. A veces también en toros meses por motivos distintos.

Pero en agosto mi cabeza se va al fresquito de la casa de mi abuela en Zamora.

El puto paraíso.

Hay gente que se quiere ir a Ibiza.

Yo me quiero ir a Zamora cuando empieza mayo. Algunos lo entenderán y los que no hagan sus reservas y luego me cuentan. Pero venga, voy a centrarme que se me va… a lo que íbamos, que subía el CPC

– ¿En agosto?
– Sí, es que era una empresa hotelera.  

¿Y qué te voy a decir yo de tu problema, mujer?

 

Si a mí el CPC ahora mismo me da bastante igual. Sólo quiero que salga el camarero para pedir otra 1906 porque  mi trabajo a partir de las 2 depende de cosas que puedo controlar como:



1⃣– Hacer crecer mi lista de suscriptores tanto que me dé igual si cierran Instagram de un día para otro porque mi dinero no está ahí, lo tengo bajo llave en la caja fuerte del salón.

2⃣– Tener clientes que quieran cambiar las cosas de verdad.

De esos que saben que algo falla y quieren solucionarlo poniendo los medios necesarios. (Que los hay que no, que ven que se estrellan pero eso de apoquinar dinero en la inversión que lo va a cambiar todo no va con ellos porque creen que el hada del algoritmo aparecerá y empezarán a llegarle hordas de leads así porque sí).

Para todos los demás, los que salieron de su parque de bolas hace años y están construyendo formas rentables de negocio es todo esto.

3⃣– Hacer propuestas con una estrategia que deje ojipláticos a los directores de marketing y los becarios se den con el codito al ver lo que está pasando allí.

En esa mesa. En esa sala con proyector caro traslúcida y con olor a vainilla del Serengueti.

En esas slides que van a dar un giro a la comunicación Juan- sin- sal  y con cero rentabilidad que apesta a «no sé si eso es demasiado arriesgado».


Y todo lo demás es preocuparte por cosas que no están en tu mano.

Inútil.

Tú no. Lo de preocuparte.


Pero claro, eso pasa por hacer lo que todos hacen:

Abrir perfiles a lo loco en mil redes, invertir nuestro presupuesto en campañas compitiendo con empresas que van a ganar la puja porque invierte 100 veces más que nosotros, o dejar nuestro negocio en manos de un algoritmo y del mood en el que se levante hoy Zuckerberg.

Si quiere cambiarlo estamos en sus manos, todo lo aprendido, a la mierda y todo el tiempo estudiando tu estrategia …dile adiós con al manita mientras se aleja en el horizonte…

Yo trabajo para que los datos que consigues sean tuyos. Para que tu negocio sea realmente tuyo y no le tengas que pagar las deudas a final de mes al casero que no para de subirte el alquiler. El señor Z.

Sólo así podrás tener control absoluto sobre tu negocio.


Si esto tiene sentido para ti: http://bit.ly/cuenta-otras-historias



PD: Las palabras son lo más sencillo y rentable de cambiar en tu negocio y ten por seguro que nadie compra algo que no entiende. Siempre puedes probar unas semanas lo que te estás perdiendo y luego volver a tu antigua web si no funciona…

Spoiler: No va a pasar. Estaba de coña. Prueba y lo vemos.


* Mándame gratis el ebook MARCAS QUE HACEN SACAR LA TARJETA  👉 Esta es la Política de privacidad
Tinder y el marketing

Tinder ha prohibido los uniformes ¿y ahora qué hacemos?

Tinder ha prohibido los uniformes

Tinder ha prohibido los uniformes ¿y ahora qué hacemos?


Los de Tinder han dicho que se acabó eso de sacar el uniforme en las fotos de perfil para conseguir más matches.


Que es autoridad prestada y no conseguida.

Y claro, ya sabemos lo que pone un uniforme pero oye no lo hagamos a costa del cuerpo.

El de policía.

Tinder dice que nos sirvamos del nuestro propio.

Y no deja de parecerme curioso porque las personas siempre queremos demostrar nuestra importancia.

Queremos que algo indique que valemos.

Y a veces ni se nos ocurre contarlo, esperamos a que el resto lo descubra.

Yo creo que eso es un error.

Que no puedes dejar en el otro una responsabilidad tan grande.

A mí me gusta decir que las personas con las que trabajo están contentas porque sé lo que hago.

No porque haya trabajado para sitios llamativos si no porque he tenido la oportunidad de aprender de los grandes. Cuando estuve en Google vi que cuidaban hasta el más mínimo detalle en cuanto al bienestar del empleado. Además insistían mucho en que mi equipo estuviera bien. Incluso feliz. FELIZ joder.

Y es que no es ningún secreto que nuestra productividad aumenta si nos sentimos satisfechos con la labor que hacemos y sin embargo hay empresas que consideran que deben sacar el látigo para conseguir el mismo resultado, productividad.

Hay maneras y maneras de hacer las cosas pero ir contra toda lógica en estos casos no parece la mejor opción.

La autoridad no te la da el CV, te la da tener herramientas y salidas para trabajar con otros que necesitan lo que tú sabes. Y si podemos hacerlo estando bien todos pues oye, mejor que mejor.

A mí me gustan las personas convencidas de su propósito, las que creen en lo que hacen y te lo transmiten por el mero hecho de contártelo con esa ilusión que no todos los proyectos te provocan, claro. Pero cuando pasa, se ve.

Me gustan las personas que entienden que la buena comunicación da autoridad por el mero hecho de existir. Se ve en su web, en su Instagram y en la manera en la que envías tus emails.

Esto es fácil cuando sabes cómo hacerlo.

Si te cuesta, quizá sea buena idea saber por qué.

PD. Y si te cuesta mucho, tranquil@ que tiene arreglo: 
 http://bit.ly/cuenta-otras-historias

Estafar para continuar con el marketing ético

La regla del marketing ético que aprendí de un estafador

Cuando empecé a montármelo por mi cuenta pensaba que toda la competencia que había impediría que el proyecto fuera capaz de ganar un sólo euro.

No por nada, por mera cuestión de probabilidad.

Al final hay personas haciendo cosas que se pueden confundir con lo que hago.

Cuando veía esos cursos para ganar 8 cifras con un método super secreto que no conocía nadie más que el Youtuber que me lo contaba y suscriptores pensaba que lo mío no era atractivo.

Él les estaba prometiendo hacer las cosas sin esfuerzo, sin formación, con resultados en un mes y la posibilidad de teletrabajar desde Miami.

Yo eso no podía ofrecerlo.

Además te voy a contar algo que me da mucha vergüenza compartir. Cuando buscaba formaciones temía dar mi dinero, ese que tanto me había costado ganar, ese que había supuesto madrugones, chaparrones, que me había minado la moral, que me había traído marrones indescriptibles en el curro…

joder, hay tantos qués…

bueno, que me invadía ese miedo de hacer el canelo y temía dar mi dinero al primer impostor que me prometiese algo que yo quería.

No me fiaba de nadie. Veía humo y ruido.

¿Que hice?

No hice nada, me quedé paralizada. Sin saber por dónde ir. Parálisis por análisis, o como dice Ignatius. El que piensa pierde.

Entonces empecé a montar cosas pequeñas, cosas que sabía hacer a la perfección, cosas que me habían hecho ganar dinero antes.

Lo que realmente se me daba de puta madre. Esto que dices. No sé ni cómo cobro por ello porque en realidad disfruto haciéndolo.

Y bueno, al final vi claro que una vez había hecho lo que sabía debía dejarle el resto a otros que sabían más, que sólo tenía que investigar bien a quién quería cerca y eso reduciría la incertidumbre a tomar una decisión estúpida.

PD. Haz lo que mejor hagas.

PD 2. Y eso que no tengas claro, dáselo a otro que las parálisis por análisis cuestan caras a los negocios.

A mí se me da bien generar ventas en las webs de mis clientes y esto lo hago aquí

El debate de las tentaciones

El debate de las tentaciones

Cuando vi el debate electoral me puse mis gafas de análisis y empecé a diseccionar a los candidatos.

Al principio hacía comentarios tranquilos:

Bueno oye esta propuesta tiene sentido, es que Madrid no está para teatros, es que, es que …

Después empecé a gritar a la TV.

Mi amiga Clara cerveza en mano tenía criterios diseccionadores diferentes.

Clara y yo teníamos mucho en común.

Vidas paralelas nos solíamos decir tras 5 vinos.

Clara era de esas personas que se cuentan con los dedos de media mano, de esas con las conectas y eres inmortal a las 5 de la mañana en el Tupperware de Malasaña.

Claro, esas uniones de universidad consolidan vínculos vitales, aunque yo solo hice dos.

Con ella me pasé 5 añitos de optativas y disgustos con matches (que entonces ni se llamaban así, se llamaba el -que-sólo -me- hace casito- a -veces).

También de chupitos y mañanas de ibuprofeno.

Ahora en época covid rememoramos eso con una nostalgia infinita.  

Ella se niega a que ese tiempo haya pasado. Yo también me niego, no le quiero dejar todo el marrón del síndrome de Peter Pan a ella.

Pues ya te haces una idea: Bebíamos y bebíamos, bailábamos y bailábamos.

Pues ella, mi alma afín, mi gemela no de sangre va y me dice:

• Hay que ver lo que está diciendo esta mujer.

Y yo no entiendo nada. ¿Estamos viendo lo mismo? ¿El l mismo debate electoral en el mismo salón?

Pues yo ya no sé.

Sí, sí. Es lo que me parecía pero joder: ¿Cómo puede pensar así?

¿Por qué se mueven resortes mentales distintos en su cerebro?

Pues los candidatos saben que hay que hablar para el que quiere escucharte porque todo lo que no le gusta te resbala. Por eso es imposible convencer a alguien con argumentos racionales por más que lo intentes. Hay un libro chulísimo que trata esto: «No pienses en un elefante», habla de comunicación política y marcos discursivos por si esto te interesa. 

Lo que digo.

Es que el mundo es para nosotros uno u otro muy distinto según nuestra visión y experiencias.

Lo que encaja con esa visión del mundo nos vale, nos lo creemos lo que no, ni lo escuchamos.

Por eso es tan importante conocer a los clientes como yo conozco a Clara, como si fuéramos siamesas separadas al nacer, para saber lo que quiere y dárselo. Entender su visión del mundo y adaptar nuestra comunicación a lo que el otro vive, siente y percibe.

¿Cómo hacemos esto?

Pues te lo cuento aquí.

A MI AMIGA ANA LE PIDIERON MATRIMONIO TRAS UNA SEMANA DE SALIR CON ELLA

A mi amiga Ana le pidieron matrimonio tras una semana de salir con ella

 
Conocí a Ana en el colegio.

 

Fuimos juntas durante todo el instituto y todo el mundo pensaba que éramos hermanas. Yo no tenía hermanos así que para mí era más que halagador, no sé por qué.

 

El caso es que me llamó al semana pasada y me dijo:
 

 

-No te lo vas a creer. El chico de Tinder con el que salí el sábado me ha propuesto matrimonio.

 

Efectivamente no me lo creí. Pero si se conocían desde hace una semana.

 

Anda ya.

 

En fin.
 
Loco mundo.
 
Total, que ella le dijo que no.

 

Claro.

 

Pues la razón por la que le dijo que no es la misma por la que no compras en una de esas páginas de venta con un titular tan increíble, que eso, no te lo crees.

 

 
Las cosas llevan un proceso lógico – a veces, no siempre pero las cosas de esta naturaleza sí  lo llevan-.

 

 
Un esfuerzo.

 

Un camino.

 

 
Yo no me creo el titular que leo al comienzo de una landing y me promete la luna, ser rico el martes que viene y conseguir levantar un negocio sin formación ni interés.
 

 

Por eso es mejor dejar las balas potentes para el final, cuando la persona que te lee ya sabe más de ti.

 

 
Es mejor eso que que soltárselo en el primer titular en negrita y en tamaño 17 porque entonces se pone en guardia y su descrédito se dispara (aunque todo lo que le vayas a contar sea cierto).

 

 
Date cuenta que somos consumidores informados y hastiados de tanto humo por eso hacer algo que no hacen los demás es siempre buena idea.

 

 
Esto lo sé porque he trabajado como Social Media Manager en Microsoft España.
 

 

Vaya, que era la que llevaba las redes sociales y ese rollo por eso de que se me daba bien escribir y que era periodista.

 

 
Por eso sé que el problema y la razón por la que no se hace esto bien es porque no se confía en que la atención del lector llegue hasta el final, hasta el botón de compra. Por eso se lo soltamos al principio ya hala, así ya lo ha visto.

 

 
Es normal, pensar esto tiene sentido y en un 90% de ocasiones no llega, los temores no son infundados son fundados pero fundados, FUNDADOS.

 

 
Pero para eso está el copywritting.
 

 

Para salvar esas distancias.
 
Para tender puentes de lectura y que el lector siga recorriendo con sus ojos las palabras hasta el santo grial, botón de compra o carrito.
 

 

Entonces.

 

– Si crees que tus lectores no llegan hasta el botón de compra pero que tus producto valen la pena.
 

 

– Si crees que no eres capaz de transmitir con las palabras el valor de tu propuesta. De lo que vendes o de lo que haces.
 

 

– O si te cuesta que los textos de tu web lleven a tus potenciales clientes al botón de compra aquí te digo lo que me ha funcionado,  en este curso del enlace de abajo.

 

Al final se trata de convertir lectores en clientes. No hay más.
 

 

 
 

 

PD 1. Ana no se casó y tu cliente no te va a comprar con el titular que tienes ahora mismo en la web porque las cosas no funcionan así pero la buena noticia es que eso ya lo tienes solucionado. Esto no lo sabe todo el mundo, esa es tu ventaja.

 

PD 2. Este programa está hasta final de mes a un precio más bajo. Luego sólo subirá
 

Y ya lo dijo Picasso

Y creo que lo dijo Picasso … pero el trabajo comienza después de pintar el cuadro:

Uno piensa que tiene que hacer grandes cambios para levantar una parte del negocio que no marcha, esto siempre esa así:


  • Necesito una nueva web.


JODER.

Una con los botones bien colocaditos siguiendo las reglas de usabilidad.

  • Necesito también un SEO que me diga que palabras van a hacer que nade en toneladas de tráfico orgánico.

  • Necesito hacer muchos reels en Instagram que ahora le algoritmo te beneficia porque quiere que pruebes la funcionalidad y te muestra más.


 


Y al final lo más sencillo que podemos hacer pasa a ser irrelevante porque pensamos que no tiene poder real para cambiar las cosas.

Que sí,  que eso también está bien, no te digo que no sea necesario pero que si le echas un ojo al cuadro de mando de tu empresa y miras por dónde te entran las ventas pues tampoco es para tanto. Hay algo más obvio y relevante a lo que otros no prestan la atención que merece porque están a lo otro.

Hay un elemento común y transversal en todo tu negocio, lo más sencillo de cambiar y  lo más fácil de medir. Al mes se notan ya los resultados.

Poca gente le presta atención a pesar de todo esto porque tampoco sabe que lo que tiene no es lo mejor que podría tener.

Este elemento son los textos.

– Los textos de tus anuncios de Facebook, de tu página de ventas o de tu bio de Instagram.

– Los textos de la pizarra del menú que se saca a la puerta del restaurante de tu calle en el que tomas el café de media mañana.

– Los textos que escribes cuando das un presupuesto y te empiezas a morder las uñas porque no llegan respuestas.

– Los textos de un email a una persona que quiere pedirte el Cv y estás poniendo el foco en algo que te va a hacer el elegido.

A ver que esto te pasa a ti y les pasa a todos. Por eso cuando sabes cómo funciona esto, tienes una oportunidad. No mucha gente lo sabe.

Y bueno, yo no sé si los textos de tu web hacen entender al que te lee quién eres pero te advierto que las personas han visto 10 webs antes de llegar a la tuya y se ponen a comparar.

Puede que los escribieras tú, tu primo el que sacaba dieces en lengua en el insti o un freelance que acabas de contratar a ver si se hace el milagro.

O no, a lo mejor no estás ni en este punto. El tema es que tendemos a pensar que el trabajo está hecho cuando tenemos proveedores y hemos abrillantando las mesas, la landing o lo que sea.

Hala ya, que entren los clientes.

Y creo que lo dijo Picasso pero el trabajo comienza después de pintar el cuadro.

Se nos olvida que luego hay que vender, porque lo que tenemos es la hostia, de verdad que sí, debería de venderse sólo y si no lo ven ellos verán.

Pero a ver sabemos que las cosas no funcionan así.

Las cosas son de otra manera.

Y para empezar a vender es aquí: 
http://bit.ly/cuenta-otras-historias

Ya lo dijo Picasso…

Y creo que ya lo dijo Picasso: el trabajo empieza justo después de pintar el cuadro

Uno piensa que tiene que hacer grandes cambios para levantar una parte del negocio que no marcha, esto siempre esa así:

• Necesito una nueva web.

JODER.

Una con los botones bien colocaditos siguiendo las reglas de usabilidad.

• Necesito también un SEO que me diga que palabras van a hacer que nade en toneladas de tráfico orgánico.

• Necesito hacer muchos reels en Instagram que ahora le algoritmo te beneficia porque quiere que pruebes la funcionalidad y te muestra más.

Y al final lo más sencillo que podemos hacer pasa a ser irrelevante porque pensamos que no tiene poder real para cambiar las cosas.

Que sí,  que eso también está bien, no te digo que no sea necesario pero que si le hechas un ojo al cuadro de mando de tu empresa y miras por dónde te entran las ventas pues tampoco es para tanto. Hay algo más obvio y relevante a lo que otros no prestan la atención que merece porque están a lo otro.

Hay un elemento común y transversal en todo tu negocio, lo más sencillo de cambiar y lo más fácil de medir. Al mes se notan ya los resultados.

Poca gente le presta atención a pesar de todo esto porque tampoco sabe que lo que tiene no es lo mejor que podría tener.

Este elemento son los textos.

Los textos de tus anuncios de Facebook, de tu página de ventas o de tu bio de Instagram.

Los textos de la pizarra del menú que se saca a la puerta del restaurante de tu calle en el que tomas el café de media mañana.

Los textos que escribes cuando das un presupuesto y te empiezas a morder las uñas porque no llegan respuestas.

Los textos de un email a una persona que quiere pedirte el Cv y estás poniendo el foco en algo que te va a hacer el elegido.

A ver que esto te pasa a ti y les pasa a todos. Por eso cuando sabes cómo funciona esto, tienes una oportunidad. No mucha gente lo sabe.

Y bueno, yo no sé si los textos de tu web hacen entender al que te lee quién eres pero te advierto que las personas han visto 10 webs antes de llegar a la tuya y se ponen a comparar. 

Puede que los escribieras tú, tu primo el que sacaba dieces en lengua en el insti o un freelance que acabas de contratar a ver si se hace el milagro.

O no, a lo mejor no estás ni en este punto. El tema es que tendemos a pensar que el trabajo está hecho cuando tenemos proveedores y hemos abrillantando las mesas, la landing o lo que sea.

Hala ya, que entren los clientes.

Y creo que lo dijo Picasso pero el trabajo comienza después de pintar el cuadro.

Se nos olvida que luego hay que vender, porque lo que tenemos es la hostia, de verdad que sí, debería de venderse sólo y si no lo ven ellos verán. 

Pero a ver sabemos que las cosas no funcionan así.

Las cosas son de otra manera.

Y para empezar a vender es aquí.

Von der Leyen

Lo de la silla de Von der Leyen

Lo de la silla de Von der Leyen

Yo alguna vez he pensado, MEREZCO ALGO MÁS pero claro, de ahí a encontrar la vía para cambiar las cosas … Te voy a a contar algo que le sucedió ayer a la presidenta de la Comisión Europea y luego a mitad del texto verás por qué.

Esto empieza con un encuentro institucional. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel se sientan al entrar en la sala de reuniones. Hasta aquí todo bien, el tema es que eran tres en esa reunión, el tema es que también estaba la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen pero a ella no le habían puesto silla.

 

Cuando entran los tres. Sólo dos se sientan. CLARO.

Y ella se queda observando la escena y solo acierta a exclamar un – Ehm…

 

 

Que es la Presidenta de la Comisión Europea joder. Que su status, poder e influencia deberían ser suficientes para que no sucedieran estas cosas.

 

Pues mira no.

 

Así que cómo no te vas a sentir fuera de lugar cuando a pesar de toooodo lo que sabes, de todo el expertise que conviertes cada día en resultados para tus clientes, sientes que no te valoran. Que no ocupas el lugar que deberías haberte ganado solo por la calidad de tu trabajo. Eso debería ser suficiente, pero sabemos que nunca lo es. No en este mundo.

 

Y si quieres te cuento algunas cosas que a mí me han ayudado para convertir la pregunta: ¿Por qué algunas personas no se están dando cuenta de lo que ofrezco? en una situación en la que dejas de ser un espectador pasivo de lo que te ocurre y tomas las riendas de la situación para darle un giro a lo que te está pasando.

 

Porque de verdad que sí, las cosas no cambian si no empujas tú.

 

Así que te voy a contar cómo se produce este cambio. Este paso de una situación A que te incomoda a una situación B que te hace tener el control de lo que ocurre.

 

Era el año 2006, yo estaba en una beca -una de mis primeras becas, tuve muchas-

 

Y lo primero que hice fue ir a la raíz, a lo que me quitaba el sueño, a la gran pregunta sin respuesta aparente:

 

¿Por qué no se entiende lo que que estoy aportando?

 

En una semana mis jefes se pensarían si me querían allí o no, si me pagarían un salario o se lo pagarían a otro, si la renovación de mi contrato en beca sería mi billete hacia una carrera en un gran medio periodístico o tendría que ponerme a repensar la oferta del cartel de “se busca camarera para el mes de agosto” que veía cada día en el bar de la esquina de mi portal.

 

Total, que yo tiendo a pensar que la culpa no es del otro, es decir: Primero me autoevalúo y luego busco la explicación en mi interlocutor. De aquí salieron cosas interesantes:

 

¿Si el otro no lo entiende … es problema del otro?

 

No, no, el problema lo tengo yo que me voy a ir a la puta calle. PERO… ¿yo puedo hacer algo?

 

Me di cuenta de que podía hacer lo más importante: Yo podía hacer que lo entendiese porque el fallo de que nos llegara lo que quería transmitir con mi trabajo era problema mío, no estaba sabiendo comunicar a esas personas. A ese target tan concreto que yo no había investigado.

 

Y como si de una investigación de marca se tratase comencé a poner atención a detalles en las conversaciones de  la máquina de vending, a mirar qué coches tenían por la ventana cuando llegaban y a mirar las fotos de sus hijos uniformados en la foto del despacho.

 

Después busqué datos, terminología, fórmulas mentales y con todo ello tracé una estrategia de aproximación. Cuando tuve la oportunidad, les expliqué -en su lenguaje, no en el mío que era lo que llevaba haciendo hasta la fecha con fatales resultados- lo que podía hacer por ellos, lo que iba a aportar si me dejaban seguir, no cómo era yo ni por qué valía un potosí, no. Puse la lupa en SU BENEFICIO que haría que el mío simplemente llegase.

 

Total, que me renovaron. Que identifiqué la enfermedad y me puse tratamiento y que ese verano no fui camarera (aunque sí siguiente, y te contaré qué me llevó a tener que coger el empleo y el error imperdonable que cometí cuando tenía 23 años) te lo cuento en el email de mañana que este ya está quedando más largo de la cuenta.

 

PD: El tratamiento siempre te lo pones tú, el médico no viene y te da la receta.

 

A veces no ponemos tratamiento porque ni siquiera tenemos identificada la enfermedad. Sabemos que nos duele algo pero confiamos en que se nos pase sólo.

 

Y ya sólo vamos al doctor cuando hay que amputar.

 

PD II: Si tienes la suerte de tener identificado el dolor, quítatelo de encima antes de que haya que amputar. Esas cosas nunca mejoran, sólo van a peor.

 

Prueba con poner en una hoja en blanco las 3 cosas que te quitan el sueño y comienza con la que más pereza te dé. Va en contra de la lógica pero es la mejor forma.  Traza un plan de acción para acabar con esa infección que se está extendiendo y si me mandas foto del papel de tus dolores te echo una mano y te cuento cómo lo haría yo. Las recibo en este mismo correo email@negociospostcovid.com

 

La semana que viene haré un email con la más llamativa que me encuentre y en directo haremos el ungüento de receta para acabar con esos puntos de dolor.

 

 

Un abrazo.

 

María.

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No te lances a una piscina sin agua

Sabes que tienes que hacer algo pero te cuesta lanzarte a la piscina

(SOBRE TODO PORQUE LA PISCINA ESTÁ VACÍA)😱💦

Te asomas al borde y dices: Ostras, esto va a ser una imprudencia de narices. 

Peero por otro lado sientes la presión de un negocio que no está funcionando, una crisis que se lleva a tus clientes y una caja registradora cada vez más vacía. 

No te lances sin más: Échale agua a la piscina 👉 💦

1- Evalúa tu punto de partida. Saca el mapa. No sigas instrucciones genéricas que lees por ahí de “cómo salvar un negocio” si no sabes tu línea de salida. No funcionará. Aquí necesitas hacer una evaluación de daños. Evalúa tu sector, tu contexto concreto, tus finanzas y tus líneas de negocio actuales.

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2- Después necesitarás hacer una evaluación de recursos. Qué tienes disponible para arrancar tu plan de mejora. Presupuesto, equipo y tecnología. 

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3- Con esta investigación hecha podrás comenzar a diseñar tu estrategia de cambio. Sabrás que tienes este trabajo hecho cuando puedas responder a todas las preguntas de abajo 👇👇

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Al final deberías ser capaz de responder a preguntas cómo:

 

  • ✔ ¿Cómo voy a liberar 6h de cada semana para introducir la tarea de captación de nuevos clientes? 
  • ✔ ¿Dónde se han ido mis clientes?
  • ✔ Dónde puedo captar otros clientes dispuestos a comprar mi producto. 
  • ✔ ¿Cómo voy a localizar a mi cliente ideal? Ese que pague lo que mi servicio vale. Ese que vea el valor de lo que ofrezco. 
  • ✔ ¿Cómo voy a implementar estos cambios sin perder el foco de la producción de mi negocio?
  • ✔ ¿Cuándo dinero me traerá la apertura de una nueva línea de ingresos?
  • ✔ ¿Tiene sentido hacer envíos a domicilio de mis productos?
  • ✔ Estoy siendo capaz de contar los beneficios de mi producto mediante la comunicación de mi marca?
  • ✔ El poder de mi marca es suficiente para que que mis productos se vendan solos. 
  • ✔ ¿Mis redes sociales venden todo lo que deberían?

Una vez tengas toda la información recopilada encontrarás la oportunidad que esta crisis le ha dejado a tu negocio pero tienes que hacer este proceso con detalle, sin saltarte ningún paso y recopilando todos los datos necesarios para responder a las preguntas. 

PD: La primera vez que publiqué este post recibí muchas respuestas que venían a decir lo mismo: ¿Y si tú me ayudas a hacer el mapa con sus preguntas y sus paradas, su ruta más corta y me dices los víveres que necesitaré por el camino?

Si necesitas el mapa mándame un email y pon en le asunto: NECESITO UN MAPA

Mi dirección es esta:  email@negociospostcovid.com

Nos leemos!

 

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Transformación digital ¿Por dónde empezar?

 
…ok, gran titular pero entonces… ¿Por qué las empresas no se suben al carro?
 
Porque la oposición al cambio es grande, así funciona nuestro cerebro, pero ¿sabes qué? que ir a contracorriente tiene premio y por eso los que saben que van a tener que implementar los cambios ahora, al tiempo que se producen en otras empresas de tu competencia o más tarde con el agobio de hacer algo «a toro pasao».
 
Si es la primera vez que piensas en esto, te diré que hay tres ámbitos a mirar con lupa a partir de ahora:
 
Digitalización puede ser afrontar cambios en procesos logísticos, comunicativos y de gestión de personal, vamos a ello 🚀
 
1- En el entorno de trabajo / teletrabajo: Hablamos de facilitar los procesos de comunicación y gestión del empleado para que la productividad se mantenga a pesar del cambio de entorno laboral.
 
2- En los procesos tradicionales de venta: La entrega de producto o delivery (cómo se produce, ¿se envía? ¿hay una plataforma online de gestión de pedidos? ¿hacemos un seguimiento post venta? ¿tenemos una tienda física y lo que necesitamos es implementar nuevos procesos?
 
3- En la comunicación con el cliente: ¿Hemos adaptado nuestra comunicación al nuevo lenguaje post pandemia? ¿Estamos fijándonos en las tendencias que se están imponiendo porque funcionan?
 
Total, que primero debemos hacer una evaluación de lo hacemos para adaptarnos a las nuevas normas del mercado y no dejar de ser crecer en ventas.
 
Hay muchos escalones en la Transformación Digital de un negocio y no todas las empresas deben subirlos todos, sólo los que le compensen el cambio.
 
Espero que te haya hecho pensar en nuevas formas de actuar a partir de hoy 🚀

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